Hace unos días cumplió sus 32 años, el todavía considerado joven Yamilito Arana, es escaso de experiencia, pero le sobra en ambición.
Quiere ser el remplazo de Vicentico Blel y para eso debe renunciar a ser el Representante a la Cámara más votado de Bolívar, votos que consiguió a la gestión de su papá, Yamil Arana Gechem; su tío, Anuar Arana, exalcalde de Magangué, quien estuvo preso al ser acusado de la muerte y tortura de tres jóvenes que al parecer le rompieron unas lámparas en su finca mientras jugaban; y Vicente Blel Saab, su más reciente padrino político tras la muerte de Nando Padauí y quien le daría la bendición económica y electoral para su aspiración a la gobernación.
Vicente Blel Saab ha sido claro en que quiere que quien reemplace al hijo sea de su confianza, de la familia y cercano.
Si Yamilito renuncia, estaría repitiendo la historia de Nando Padauí (QEPD). Ahora hay que ver si esta renuncia no termina como la de Padauí, en un candidato que dejaron solo, siendo condenado a la rezagada Asamblea de Bolívar.
Más allá de lo que pudiera pasar hay algo que si es claro, a Yamilito le respira en la nuca un proceso de presunta corrupción con varios alcaldes de Bolívar con quienes, supuestamente se robó miles de millones de pesos que iban dirigidos a proyectos para la paz. Los recursos hacían parte de los dineros que el Gobierno Nacional enviaba a las poblaciones que fueron víctimas del conflicto, el cual se habría perdido y donde Yamilito presuntamente recibió una jugosa comisión por conseguir los contratos.
A pesar de todos los problemas a cuestas Yamilito realiza reuniones con los alcaldes de Bolívar, visita lideres, barrios y el mercado de Bazurto para mostrarse como una persona popular para las elecciones que están a 10 meses.
Si Blel le apuesta a Yamilito, sería una jugada osada frente al experto William Montes, dándole la oportunidad de ganar la Gobernación de Bolívar.