De un 31163199XX recibimos a este medio un comunicado titulado: “Mujeres cartageneras, principales integrantes de la Comisión de empalme de Dumek Turbay”, esa fue la primera acción del alcalde electo y hasta ahí todo bien, luego, se termina leer el texto y el título contradice el cuerpo de la noticia.

Todo se remonta por allá al año 2011 cuando una cartagenera y comunicadora social iniciaba su embarazo. Los maltratos, el daño psicológico y físico se fue agudizando. La violencia se hizo pan de cada día para una mujer de la cual no revelaremos su identidad por respeto, pero que para Juan Diego Perdomo Alaba era poco importante su condición de gestante o que él fuera el padre.

Durante meses la obligaba a salir de su casa, la echaba, amenazaba y amedrentaba. El llanto de la embarazada en la puerta de la calle a altas horas de la noche, mientras él permanecía al otro lado de la puerta escuchando el sollozo, ignoraba la petición de ayuda. Eso contradice el valor que según Dumek Turbay quiere dar a las mujeres.

El machismo y agresiones físicas a las mujeres en el caribe son pan de cada día y, aparentemente, a Perdomo Alaba le afectó la separación de sus padres cuando apenas tenía 7 años, causando un gran vacío en su interior que lo llevó a la violencia como forma de conseguir el poder sobre una mujer. Comportamiento que fue alimentado por el comportamiento violento de personas como Juan Carlos Gossaín, quien durante su época de gobernador se convirtió en su mentor que lo llevó a tener una OPS durante años en Bellas Artes.

Finalmente, su pareja logró separarse del agresor y pudo construir una exitosa carrera en otra población del norte de Bolívar. De la violencia ya existe el perdón por parte de ella, de hecho, hoy hay una muy buena relación, pero no quita la misoginia que carga en su interior Juan Diego Perdomo Alaba, el iracundo y energúmeno atacante de mujeres.